Conchita Armida nació el 8 de diciembre de 1862 en San Luis Potosí, fue la séptima de doce hermanos. Nace en la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, de ahí el origen de su nombre.
Desde muy pequeña fue muy devota a Jesús y le gustaba mucho enseñar a leer y catequizar a los más pobres. Se casó con Francisco Armida con quien tuvo 9 hijos, a pesar de ser madre y esposa su devoción nunca se vio mermada. Un día estando en ejercicios espirituales escuchó, claramente y sin dudarlo, una voz que le decía: Tu misión es salvar almas. Todo su anhelo era pertenecer al Señor. Grabó en su pecho el Santísimo nombre de Jesús, un sentimiento nuevo y grande le hizo exclamar: “Jesús, salvador de los hombres, sálvalos”.
Dios y su familia
Toda su vida vivió para Jesús y su familia, a pesar de que su esposo fallece y se enfrenta a lo largo de su vida a situaciones económicas muy adversas, en todo momento mantuvo su fe en Dios quien en todo momento la socorrió y le permitió salir adelante.
Inspiradora de las obras De la Cruz
Conchita fue la inspiradora de las cinco obras de la Cruz: Apostolado de la Cruz (1894), Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús (1897), Alianza de Amor (1909), Fraternidad de Cristo Sacerdote (1912) y Misioneros del Espíritu Santo (1914). Al cabo de un tiempo Conchita perdió también a sus hijos, comenzó para ella la soledad y con ella la última etapa de su vida. Tenía a Dios que no la dejaría sola jamás. Sus directores espirituales le ordenaron que escribiera todas las comunicaciones que recibiera de parte de Dios. Así fue como escribió varios libros. La fecundidad de Conchita se prolongó, no sólo en su familia de sangre y en sus escritos, sino también en su familia espiritual. De su espíritu viven las cinco Obras de la Cruz, nueve Congregaciones Religiosas y Movimientos de Pastoral.